Como vemos todos los días hay áreas
del plantel que están muy sucias debido a la inconciencia y falta de respeto
que algunos de los alumnos tienen, tirando basura en los jardines, en las
escaleras así como en otros lugares. Sin embargo, esta actividad me parece muy
favorable tanto para la escuela como para nosotros, porque por lo menos una vez
en el semestre, todos pueden contribuir juntos a limpiar un lugar en el que
tomamos clases, platicamos y reímos con amigos.
Adema de que debemos de tener
respeto hacia la naturaleza de la escuela como las flores, los árboles, el
pasto e incluso los pocos animales que habitan ahí. En la limpieza se pudo
observar basura de cigarros, botellas, papeles y sorprendentemente comida que
en países de pobreza agradecerían tenerla para poder alimentarse, tal vez que
no hay que ir tan lejos ya que en los pueblos abandonados de México se viven
este tipo de situaciones.
Tal vez medidas que podríamos tomar
nosotros como alumnos es que al ver una botella tirada cuando vamos caminando,
recogerla y tirarla al bote de la basura, aunque no sea de nosotros, ya que
nada nos cuesta tirarla, en cambio favorece a todos desde la vegetación hasta
el suelo, porque aunque uno piense que no se contamina si llega a suceder. Si
no empezamos a hacer algo por el planeta Tierra, lo vamos a seguir contaminando
cada más y más.
Debemos de olvidarnos del
antropomorfismo y darnos cuenta de que no somos los únicos en el planeta,
porque hay desde animales microscópicos hasta los animales más grandes, sin
olvidar toda la flora que poco a poco se ve más afectada por la basura que los
humanos hemos generado; lo cual me recuerda una frase de Víctor Hugo:
“Primero, fue necesario civilizar al hombre en su relación con el hombre. Ahora, es necesario civilizar al hombre en su relación con la naturaleza y los animales”
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